Los dedos, las palmas, los nudillos... como complemento de las terapias médicas. Los masajes manuales son una opción a la que recurren cada vez más personas y parece que su fama es bien merecida. Son varias las evidencias que demuestran que 'contactar' con el cuerpo no sólo sirve para curar lesiones, que sería la aplicación más 'clásica', sino que también reduce el estrés y fortalece el sistema inmunitario.
En septiembre de 2010 aparecía publicado en 'The Journal of Alternative and Complementary Medicine' un estudio bastante concluyente en este sentido. Y lo hacía bajo el amparo del Cedars-Sinai Medical Center (Los Ángeles, EEUU) -donde se realizó el estudio- y los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU (NIH, por sus siglas en inglés).
Los autores del citado trabajo analizaron los efectos beneficiosos de un masaje suave o uno sueco (de mayor intensidad), de 45 minutos de duración, sobre un total de 53 participantes sanos. A todos ellos se les implantó un catéter para tomar muestras de sangre antes de la intervención y después (pasados uno, cinco, 10, 15, 30 y 60 minutos). También se analizó la composición de la saliva en las distintas fases.
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